Charlas de media noche
“…deja que haya espacio en tu intimidad y permite que los vientos de los cielos dancen contigo.
Ama a todos tus semejantes, pero no hagas un eslabón del amor.
Dejadlo mas bien que sea un mar moviente entre las orillas de vuestras almas.
Llénense ambas copas, pero no se beba de una copa nada más.
Dense uno al otro el pan pero no comáis del mismo pan solamente
Cantad y bailad juntos, y estad gozosos, pero dejad que cada uno de vosotros esté solo.
Así como están solas cuerdas de un laúd, aunque vibran con la misma música.
Dad vuestros corazones, pero no os mantengáis en el interior de cada uno.
Ya que sólo la mano de la vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, pero no demasiado juntos.
Ya que los pilares del templo se encuentran apartados.
Y el roble y el ciprés no crecen en la sombra del otro.”
Khalil Gibrán, El Profeta.
Esto me lo mando ayer una chica que conocí en Phoenix Arizona en el congreso de la Fundación Ericksoniana, ella es de la Paz y apesar de que no platicamos mucho en el congreso, pudimos observar ciertas cosas en común su trabajo es con niños y gran parte de lo que hago ahora es con niños tambien.
Mientras platicabamos sobre lo que hacemos y los planes me conto sobre su novio que viaja mucho y luego no esta por meses por su trabajo, de alguna forma recorde yo a alguien que pronto regresará de un barco.
Y pues Dulce me mando esto y quiero compartirlo con quien lo quiera leer.
1 Comments:
Un bálsamo para la espera. Paciencia, ya llegará el barco a puerto.
Gracias por tu visita, bienvenida a mi casa cuando quieras y, con tu permiso, voy a leerte un rato más.
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